miércoles, 30 de marzo de 2011

Dios responde

Segunda de Reyes, capítulo 20, la oración del rey Ezequías, para meditar un momento sobre el poder de la oración, Y hemos examinado el derecho, el privilegio de orar delante de Dios desde diferentes aspectos, y hemos tocado diferentes dimensiones de la oración. Nuestro deseo es enriquecer su vida de oración, mostrarle que la Biblia misma nos enseña que Dios quiere que oremos, que clamemos a él, que no hay nada imposible, no hay nada fuera del alcance de Dios, no hay un teman, no hay una situación de nuestra vida, no hay una circunstancia, no hay un acto, un problema de nuestra vida que no tenga una posible solución en Dios y en acercarnos al trono de la gracia.

Dios mismo nos invita diciendo que entremos confiadamente al trono de la gracia para recibir oportuno socorro. Dice el escritor Santiago, también que cuando alguien esta enfermo, ore, y la oración de fe sanará al enfermo. Dice que si tenemos falta de sabiduría, qué dice? Pídala a Dios. Y cómo da Dios? Con una cucharita, con una gotera, un gotero? Dice, el cual da abundantemente.

Si a ustedes le preguntan, bueno, cómo da Dios, cómo responde Dios a las oraciones? Diga, abundantemente, y qué más? Y sin reproche. Qué quiere decir eso? Que cuando tu vienes al trono de Dios y le pides algo a Dios, Dios no se molesta y dice, bueno, para salir del paso te voy a dar eso pero no me vuelvas a molestar más. No, dice, sin reproche. Eso quiere decir, a Dios nunca le molesta que tu le expongas tu fragilidad delante de él. Oh, cómo se te ocurre traer eso a mi persona? Cómo se te ocurre haber tenido esa tentación? Cómo se te ocurre haber caído en esa situación? Cómo se te ocurre que tu permitas que tu matrimonio llegue hasta ese punto?
No, cuando tu vienes al trono de la gracia. Gracia, quiere decir que Dios te recibe con amor, Dios te recibe gentilmente. Dios te recibe diciéndote, hijo mío, qué necesitas que yo te haga? Hija mía, cuál es tu petición? Dios está dispuesto para responder a nuestras necesidades. El corazón de Dios está preparado.

Y yo creo que si nosotros entendiéramos eso, que el trono de Dios es un trono de gracia, no es un trono de condenación. Condenación para los que están fuera de él, los que no han apelado a Cristo. Pero si tu estás en Cristo Jesús, tu amas a Cristo, tu vida está centrada en Jesús, tu tienes gracia delante de Dios. Habrá corrección en momentos, porque él te ama y su gracia incluye su corrección, pero su gracia es generosa, gentil, fraternal, amorosa. Y eso debe, a nosotros también, predisponernos, aprovechar el privilegio de la oración.

Yo quiero presentarles el caso del rey Ezequías, un hombre justo, no perfecto, tenía pies de barro, como los tenía Josafat. Cometió un error que nos dice la Biblia, no se nos deja saber exactamente en qué consistió su pecado, pero al final de su vida parece que se enorgulleció y Dios lo corrigió, pero él se humilló y volvió otra vez a alinearse con la voluntad de Dios, y Dios lo bendijo y lo perdonó.

Pero era un hombre que tomó muy en serio la gloria de Dios, creía en el poder de Dios, hizo reformas significativas en su reino para eliminar la adoración a los baales, eliminó los lugares altos donde adoraba la gente a los baales, estableció de nuevo la adoración genuina a Dios. Era un hombre que venía, de hecho, de un padre corrupto, un rey injusto, un rey que no reconoció a Dios verdadero, un Dios pagano y adorador de dioses falsos. Y este hombre, Ezequías resultó todo lo contrario a su padre. Amó al Señor, hizo reformas del templo, estableció la adoración en el templo, reestableció a los levitas y los sacerdotes, mandó noticias a todo Israel de una gran celebración de la pascua, que parece que no se celebraba durante muchos años, había caído en desuso la adoración a Jehová y él la reestableció. Amó al Señor grande, grandemente.
Mire aquí donde entra este relato. Capítulo 20, Segundo de reyes, dice que:

“…En aquellos días, - vamos a ver cuáles fueron aquellos días dentro de un momento - … En aquellos días Ezequías cayó enfermo… - no de un resfriado, no de un virus que lo molestaba, no de una artritis, sino cayó enfermo de muerte. Una enfermedad mortal - …y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amos, - su reinado se dio en tiempos del ministerio del profeta Isaías - … y le dijo, Jehová dice así,… - mire de dónde venía la noticia de muerte, mire de dónde venía la sentencia de muerte, no era de un médico equivocado que había hecho una radiografía y se había equivocado el diagnóstico. No, venía de Jehová mismo, - … Jehová dice así, Ordena tu casa porque morirás… - y por si acaso le quedaba dudas - … y no vivirás…”

Para que tuviera claro en qué consistía la sentencia. Ahora, qué hizo Ezequías? Dijo, bueno, Señor, si esa es tu voluntad, amén. Yo me someto a ti, ya mis días se cumplieron, amén, llévame contigo Jehová. Eso es lo que nosotros haríamos. Es la respuesta piadosa y religiosa muchas veces y evangélica. Y si lo hubiera dicho, nosotros diríamos, mira, amén, que hombre más entregado, más obediente, más sumiso. Pero Ezequías no se iba a quedar así tranquilo. Tenía un corazón apasionado y dice que:

“… Entonces él volvió su rostro a la pared… - yo no sé si él estaba acostado o estaba de pie y se volteó simplemente a adorarlo. Yo sospecho que él estaba acostado porque estaba de muerte, estaba acostado, yo creo quizás había sirvientes alrededor de él, - … volteó su rostro a la pared y oró a Jehová…”

Diga conmigo, oró a Jehová. Usted ve, yo he predicado que la oración cambia la situación. Aquí hay uno de los casos más dramáticos, de cómo una oración, cambia una situación que parece cerrada, bien cerrada.

“… Oró a Jehová y dijo, Te ruego, oh Jehová, te ruego… - a veces hay que repetirle al Señor, no es que él sea sordo pero hay que atraer sus peticiones una y otra y otra vez, hasta que sepamos que ha llegado al trono de la gracia nuestra oración. –

“… Te ruego, Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan… - Ojalá que nosotros pudiéramos orar así cuando tenemos necesidad, con esa autoridad, no con un sentido de auto justificación, sino con un sentido de que, Señor, yo he querido agradarte, yo he hecho todo lo que he podido, Padre, por qué?

“… Y lloró Ezequías con gran lloro… - yo creo que lo oyeron los vecinos en el otro extremo de la ciudad, lloró con gran lloro. No tengas temor de llorar, hombre. - …Y antes que Isaías, oiga esto, antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio de la propiedad real, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo, Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo, así dice Jehová, el Dios de David, tu padre, yo he oído tu oración y he visto tus lágrimas. He aquí que yo te sano. Al tercer día subirás a la casa Jehová y añadiré a tus días 15 años y te libraré a ti y a esta ciudad de manos del rey de Asiria… - le dio una ñapa tremenda también. - … y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo y por amor a David, mi siervo. Y dijo Isaías, tomad masa de higos y tomándola, la pusieron sobre la llaga y sanó. Y Ezequías había dicho a Isaías, qué señal tendré de que Jehová me sanará y que subiré a la casa de Jehová al tercer día? Respondió Isaías, esta señal tendrás de Jehová de que hará Jehová esto que ha dicho. Avanzará la sombra diez grados, está refiriéndose al sol, su circulación, la forma de medir las horas en estas culturas no demasiado desarrolladas científicamente, un reloj de algún tipo que medía el curso del sol y según la sombra del sol iba estableciéndose la tarde iba progresando. Entonces ellos podían medir qué hora era.

“… Avanzará la sombra diez grados o retrocederá diez grados? Y Ezequías respondió, “Bueno, fácil cosa es que la sombra decline diez grados… - fácil es que el reloj vaya hacia la derecha, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, un reloj normal, moderno - … fácil cosa es que la sombra decline diez grados pero no que la sombra vuelva atrás diez grados…”

Hermanos, si ustedes ven la aguja de su reloj yendo para atrás huya, corra. O tírese de rodillas a orar y clamar a Dios porque está ocurriendo algo bien raro.

“… pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová e hizo volver la sombra por los grados que había descendido el reloj de Acas, diez grados atrás…”

Ese es uno de los relatos más escandalosos que hay en toda la Biblia y muchos científicos y apologistas cristianos se han roto la cabeza tratando de justificar cómo era posible que eso se diera. Hizo Dios que retrocediera el sol? Hizo Dios que simplemente fuera algo local, una visión o lo que fuera? Pero el caso es que Ezequías recibió la señal que tanto necesitaba.

Como ustedes ven este es un relato bello, un relato ejemplar, un relato que nos deja con un buen sabor en la boca, de que es posible. Por qué registró Dios este evento en la vida del rey Ezequías? No solamente para registrar un hecho histórica, una curiosidad histórica que pasó. Dios quería dejar un relato que cuando el pueblo de Dios lo leyera siglos y siglos después, se sintiera motivado a creer que Dios es un que escucha las oraciones, que Dios es un Dios que hace cosas imposibles, que Dios es un Dios inclusive que está dispuesto a cambiar sus propios edictos, sus propias declaraciones y decisiones a respuesta de un hombre o una mujer que se atreva a creerle a él, y que como Ester diga, “si perezco, que perezca, pero yo voy a ir y voy a entrar al trono de Dios y voy a postrarme y le voy a presentar mi necesidad y él entonces sabrá lo que hace, si responde o no.”

Cuando usted va a orar no se pregunte, bueno, será esto posible? Querrá Dios hacerlo? Estaré yo orando correctamente? Amén, usted puede quizás pedirle al Espíritu Santo sabiduría, pero mire, traiga su necesidad delante de Dios, presente su necesidad delante de Dios, guerree por su necesidad y si Dios le da victoria, amén, sino eso es asunto de él, pero usted haga su parte. Usted clame claramente delante de Dios. No esté dudando.

Eso es lo que pasa, muchas veces cuando oramos hay como inseguridad, incertidumbre, me va a responder Dios, no me va a responder? Será esto de Dios, no será de Dios? Y entonces, yo creo que una vez que usted ha decidido, yo tengo una necesidad, necesito una respuesta de Dios. Venga seguro delante del Señor, adelgace su oración como un rayo láser y preséntela a Dios. Por eso el Apóstol Santiago dice, “pero pida con fe”, cuando dice ore al Señor, Dios da abundantemente, dice pero pida con fe, no dudando nada. Guau! Hay que pedirle al Señor, Señor, auméntanos la fe, aumenta mi fe.

Yo les digo la verdad, cuando uno ora, si usted es honesto, si usted es honesto y yo soy honesto, es interesante, yo he observado ese fenómeno psicológico cuando nosotros oramos. Es como que hay un velo, hay una membrana extremadamente delgada, cuando nosotros oramos, como que amortigua nuestras oraciones. Y esa parte es la biología humana que impide que nosotros oremos con toda soltura y con toda fe, con toda creencia delante de Dios.

Cuán delgada, cuán gruesa es esa membrana depende de la unción de Dios en nuestra vida y la cantidad de fe que Dios nos ha dado. Pero yo creo que todo ser humano, por razón de ser biológico en su naturaleza, tiene algo que le impide pedirle a Dios con la soltura con que usted le pediría a Obama, si lo tuviera ahí, que le diera un puesto en su administración. No es lo mismo.
Usted ve? Porque es como que uno le está pidiendo pero hay secretamente en nuestro subconsciente hay algo que dice, bueno, escuchará Dios o no? Y el Apóstol Santiago nos dice, mire en todo lo posible, pídale a Dios o vaya adquiriendo esa convicción. Yo creo que según la bendición de Dios cae sobre nuestra vida, la unción de fe cae sobre nuestra vida, más convicción hay de que estamos hablándole directamente a Dios. Y que él está dispuesto a escuchar.

Tenemos que decirle, Señor, ayúdame a quitar todas esas cosas subconscientes, esos frenos subconscientes que están en nosotros, esas contaminaciones subconscientes que jalan en diferentes direcciones, de manera que el rayo de mi oración no vaya en línea recta sino que vaya siempre como esparcido y zigzagueando y llegue no en el centro mismo de la oración. Y eso viene de la práctica de la oración, viene del ayuno, viene de la compenetración con la palabra de Dios, viene de la santificación, viene de la comunión continua con el pueblo de Dios, viene de servir al Señor. Todas estas cosas juntas van dándole poder y convicción a nuestras oraciones.
Cuando esas cosas están faltas en nuestra vida, le restan fuerza, le restan convicción. Por eso es que tenemos que pedirle al Señor claro, porque Dios está dispuesto a escuchar.

Aquí tenemos a este hombre, Ezequías había experimentado grandes milagros de parte de Dios. Dios había hecho un tremendo milagro cuando literalmente eliminó a todo un ejército poderoso que tenía cercada su ciudad y en respuesta a una oración que Ezequías hizo, cuando no podía más cogió una carta, que era una declaración de guerra de Zenakerib, un rey muy poderoso, y Ezequías cogió la carta donde decía que iba a destruir su ciudad, y sabe lo que hizo Ezequías? En vez de ponerse a llenar esa carta de lágrimas, cogió la carta y la llevó al templo. Y se metió en el templo y dijo, Señor, este es tu problema, este no es mi problema. Mira lo que este hombre me está diciendo. Va a destruir mi pueblo. Y Ezequías clamó al Señor. Y dice el relato que Dios le mandó una profecía a través de Isaías y le dijo, yo me voy a encargar de ese asunto. Y esa misma noche, dice, que Dios mandó a su ángel y destruyó completamente ese ejército, y las naciones alrededor tuvieron miedo porque vieron la gloria de Dios manifestarse en la vida de Ezequías.

Después de esa gran victoria le viene una enfermedad terrible a Ezequías. Por eso dice, después de aquellos días, o en aquellos días le dan una sentencia de muerte a través de una enfermedad. Qué nos dice eso? Hermanos, la vida cristiana es una vida dinámica. Puede haber momentos en tu vida que vas a tener gran bendición de Dios, puede haber momentos en que todos los biles van a estar pagados, tu matrimonio va a estar muy armonioso, tus hijos van a estar yendo a la iglesia y buscando de Dios, tu te vas a sentir lleno de entusiasmo por las cosas de Dios, tu trabajo va a estar muy bien, tu jefe va a estar contento contigo, vas a tener buenas relaciones con tus compañeros de trabajo, y en esos tiempos gózate, alaba al Señor, asiste a la iglesia, celebra la bendición de Dios, trata de llenar la cuenta de banco lo más que puedas, porque también vendrán días de pruebas y de dificultades en tu vida.

El cristiano que quiere solamente mares tranquilos toda su vida, no sabe de lo que está hablando. Tenemos que ser marineros de agua dulce y también de agua salada. Cuando viene la prueba tenemos que estar preparados para saber qué hacer también, porque la aflicción viene. Dice Jesucristo “en el mundo hallareis aflicción”. Esa es la naturaleza del mundo.

Ezequías tuvo una gran victoria, gran bendición pero de momento viene una crisis a su vida. Y que bueno que en ese momento no se desplomó, sino que sabía lo que tenía que hacer. Yo digo algo muy importante en el libro “Pies de barro”, y es que cuando las cosas te van bien en tu vida, ese es el tiempo que tu debes usar para fortalecer los muros interiores de tu vida espiritual.
Mucha gente cuando todo va bien se descuidan. Yo he visto muchas personas que cuando las cosas le están yendo bien, hay mucho trabajo, le ofrecen part time y over time de momento, ya usted sabe, se mete en eso y se olvida de la iglesia. Todo está bueno, todo en la vida está bien, entonces bueno, vamos de vacaciones. La iglesia hoy, pues vamos a la playa mejor y vamos hacer esto, vamos a hacer lo otro. Y nos olvidamos del Señor.

¿saben qué? Yo he aprendido algo, que cuando las cosas me van bien yo tengo que usar cada minuto de paz y de tranquilidad para atesorar fuerza en mi espíritu. Es cuando más yo debo servir al Señor, debo aprovechar para tener más tiempos de vigilia, de ayuno, de buscar el rostro de Dios temprano en la mañana, de leer la palabra, de estudiar, de servir más a Dios. En los tiempos de quietud y de bonanza en tu vida, atesora energías, sirve a Dios.

Dice la palabra, está alguno alegre? Qué debe hacer, bueno, cante alabanza, adore al Señor. Está triste? Pues entonces, ore y busque solución, busque sanidad. Hay tiempo para todo dice el profeta.

Entonces, por qué yo digo esto? Porque cuando viene la crisis a tu vida, cuando el diablo está rompiéndote la puerta a martillazos, si tu no tienes en ese tiempo las actitudes de un cristiano guerrero, y no conoces de Dios, si tu vida de poder no está como debe estar, si tu no sabes a quién ir, si no hay autoridad espiritual en tu vida, te vas a desplomar y el diablo se va a servir con la cuchara grande en tu vida.

Por eso es que en los tiempos de paz, prepárate para la guerra, para que en los tiempos de guerra tu sepas lo que tienes que hacer. Imagínense un soldado, que cuando las balas están silbándole por encima de la cabeza comienza a leer su manual acerca de cómo hacer una trinchera o cómo usar el rifle, o cómo usar técnicas de defensa. Ese no es el momento, el momento es cuando tu…

Nosotros tenemos que vivir la vida cristiana enmarcada en las cosas del espíritu, sea tiempo bueno, sea tiempo malo, yo soy un hijo de Dios, yo soy un ser espiritual, mi vida tiene que estar definida en términos de mi identidad espiritual.

Gracias a Dios que Ezequías era un hombre que sabía que Dios tiene poder y que Dios contesta la oración. Él tenía experiencias con Dios. Él había pasado su vida sirviendo al Señor. Él había vivido una vida lo más íntegra que podía. Yo estoy seguro que no era un hombre perfecto, pero él dice, cuando viene la guerra a su vida, él tiene de dónde sacar reservas. Él tiene a donde apelar, y por eso él obtiene la victoria. En vez de desmoronarse y decir, oh, Señor, tu eres injusto, por qué tu permites que eso me pase si yo he hecho… No, él no recrimina a Dios, él apela a Dios.

Y uno ve eso una y otra vez, la gente de Dios cuando viene la crisis sacan de las reservas que han acumulado durante los tiempos de paz. Miren otra cosa aquí en este pasaje. La sentencia de muerte era absolutamente clara. Como yo decía, una cosa es que un médico te diga, mira, tienes un cáncer terminal, y otra cosa es que te digan, Dios dice que tienes un cáncer terminal y que te prepares para morir.

Yo creo que esto lo registra el escritor así porque quiere hacer más dramática todavía la respuesta que recibió Ezequías de Dios. Y para mí ese es uno de los grandes misterios de Dios. Aquí se nos da una entrada, primero al corazón de Dios, la intención de Dios y la voluntad de Dios. Y la voluntad de Dios es que este hombre muera, su tiempo ha llegado y él le dice, prepárate porque ya Dios ha determinado…

Y esto es una cosa que a los teólogos les crea mucha confusión muchas veces y eso genera a veces teología rara de que Dios no conoce todo lo que va a pasar en el futuro, etc. Aquí hay una complejidad bien grande. Sabía Dios o no que Ezequías iba a orar y que él lo iba a sanar? Yo creo que sí. Ahora, yo no me voy a romper la cabeza en cómo es que Dios compagina el tiempo y el espacio y la eternidad, su absoluto conocimiento y la limitación del hombres.

La Biblia es un libro que registra lo eterno, lo absoluto, lo infinito y trata de hacerlo en un lenguaje y en unas categorías racionales muy limitadas. No podemos incluir todo la complejidad de Dios. Lo que sí me dice aquí es una cosa, es que Dios había dicho y había determinado que este hombre iba a morir, pero Isaías clamó al Señor, oró y cambió. Yo voy a decirlo de esta manera para no entrar en muchas historias acá, cambió la voluntad de Dios, cambió la intención por lo menos, de Dios. Y Dios, que es fiel, misericordioso, perdonador y compasivo, retiró su decreto de muerte y tuvo la gracia de extenderle la vida a este hombre.

Hay pocas situaciones tan claras, tan gráficas en la Biblia que me dicen a mí, Roberto, ora y clama a Dios. Por eso es que hicimos lo que hicimos aquí esta mañana. Yo creo en la oración, creo que la oración cambia los aires, creo

que vivimos en un mundo tremendamente misterioso, creo que cuando hacemos guerra espiritual y confrontamos los poderes de las tinieblas y declaramos victorias espirituales, el diablo dice que él es el hombre fuerte que gobierna las naciones, gobierna ciudades, gobierna economías, gobierna sistemas que rigen los países y las ciudades, y cuando el pueblo de Dios contraataca y lo ata y hace difícil su obra de destruir vidas, él se dirige y quiere matar, robar y destruir y hacer daño y nosotros tenemos que contrarrestar esa fuerza llamando la gracia y la misericordia de Dios.

Ezequías hizo esto. Ezequías clamó a Dios, dijo, Señor, yo te he servido, qué está pasando? Por qué? Yo no creo que Ezequías clamó así porque le tenía miedo a la muerte. Yo creo que Ezequías clamó así porque él entendía instintivamente que su tiempo no había llegado. Yo creo que Ezequías quería todavía hacer cosas para Dios.

Que interesante que cuando Dios le dice, sabes qué? Te voy a sanar y al tercer día vas a ir a mi casa. Fíjese que no le dice al tercer día te vas a montar en tu caballo real y vas a volver otra vez a tus negocios normales de gobierno. No le dice te vas a tomar unas vacaciones de dos semanas para que te repongas del susto que has pasado. Le dice, no, en tres días vas a ir a mi casa.

Mire cómo, es decir, la Biblia define, enmarca, computa los eventos de la vida del hombre, la mujer de Dios en términos de su relación con Dios. Cuándo fue la última vez que usted recibió una noticia bien grande y lo primero que usted piensa es, voy a ir a la iglesia hoy a darle gracias al Señor? Mucha gente dice, no, vamos a ir a cenar, vamos a celebrar esta noche. Vamos a ver una buena película, vamos un fin de semana a pasarnos a Nueva York. No vamos a darle al Señor el diezmo, vamos a celebrar en la casa de Dios, vamos a testificar de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.

Yo creo que Ezequías quería, era un hombre que amaba a Dios y él dijo, Señor, todavía mi tiempo no ha llegado, hay cosas que yo quiero hacer. Ten misericordia de mí y clamó.

Se recuerdan lo que yo decía el domingo pasado acerca de la oración de Jabes, el oh de Jabes. Oh, si tu me dieras bendición y tu mano fuera conmigo, y me libraras del mal para que no me dañe, y ensancharas mi territorio. Esa oración era una oración completa, pero ese Oh fue una expresión que salió de los profundo de su corazón. Dios ama a la gente apasionada, a la gente que dice, si tu no me das esto, Señor, yo me muero. Atrévase a pedirle al Señor de esa manera. Eso es lo que pasa, en la vida cristiana hay mucha gente, como dijera yo, tibia, indiferente, gente que quiere que Dios los bendiga, pero están dispuestos a pagar el precio, gente que quiere hacer grandes cosas para ellos.

Tienen grandes sueños pero no están dispuestos a sacrificar algo por Dios. No están dispuestos a entregar más allá de lo básico. Le dan al Señor lo mínimo. Si el culto se tarda más de una hora y si el pastor predicó más de 20 minutos, ya están mirando su reloj de manera que él lo vea desde el púlpito. Pero no les importa que el juego de fútbol o de baseball vaya hasta las 3 de la mañana. Oh, no qué juegaso nos tiramos anoche, hasta las 3 de la mañana estuvieron peleando ahí. Y están hasta el último segundo disfrutando del juego, pero dígale que le den al Señor una hora de oración y usted verá como enseguida comienzan a dar excusas.

Ezequías era un hombre de pasiones grandes y no tuvo temor cuando vino la sentencia de muerte, hermanos, se rajó a llorar ahí. No le importó que estuviera la mujer, no le importó que estuvieran los hijos, los mocos se le salieron por la nariz y él dijo, no, yo voy a clamar a Dios. Yo voy a pedirle al Señor que tenga misericordia. Dice que lloró con gran lloro. La gente lo escuchó. No le dio temor de que sus siervos lo vieran llorar al gran rey Ezequías, él dijo, “Señor, ten misericordia de mí.”

Bartimeo dijo, “Señor, hijo de David, ten misericordia de mí, ten misericordia de mí” y el Señor escuchó a Bartimeo. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, dame pasión para ser un hombre, una mujer apasionada delante de ti, una persona de grandes emociones, grandes convicciones, grandes inclusive odios al pecado, por ejemplo.

Hoy en día, se celebra esta moderación en el mundo evangélico. Hay que ser moderado para todo. No pongas a la gente incómoda en el trabajo hablándole de Jesucristo. No ores en el nombre de Jesús en un lugar público para que la gente no se ofenda. Quita la cruz de enfrente de la iglesia para que la gente no crea que ustedes son un culto falso, mágico. No adoren al Señor en voz en cuello en el culto sino que bien tranquilito, bien ordenado, los hujieres moviéndose con mucho cuidado para no hacer ruido. Todo elegante. Todo mesurado. Todo con mucho balance, mucha armonía, mucha proporción.

Hermanos, lo que mueve el corazón de Dios es cuando nos salimos de lo común. Cuando estamos dispuestos a cuestionar, okay, hay cámaras aquí de televisión, que importa, vamos a orar al Señor con más fuerza todavía. Está el gobernador de Massachussets en la iglesia, vamos a gritar en voz en cuello que Jesucristo es el Señor. Si quieren venir eso es asunto de ellos, pero están entrando en un lugar santo y nosotros no podemos reprimir nuestra pasión por Dios simplemente para que la gente diga, oh, que gente tan decentes, que elegantes, que bien comportados.

Yo veo en la Escritura una invitación a la pasión. Apunte eso por allí, invitación a la pasión. Está bueno eso, ¿verdad que sí? El próximo libro dice Diana, Invitación a la pasión. El pueblo judío es un pueblo apasionado, sabe. Y nosotros tenemos que ser comprometidos, apasionados, entregados. Si hay algo, una necesidad que tenemos delante de Dios, un hijo que necesita una intervención especial de Dios, un matrimonio que se está desmoronando, una situación financiera que está… clame al Señor y déjele saber a Dios su necesidad.

Tírese uno o dos ayunos, escoja una vigilia, busque del Señor de alguna manera, preséntele al Señor su causa en una forma insistente y Dios frecuentemente va a escuchar.

En el caso de Ezequías dice que ni siquiera había llegado al final del patio cuando Dios le habló, devuélvete, tengo noticias diferentes, cambio de planes. El plan B Isaías. Hay otra cosa interesante aquí, nos dice que Ezequías volteó el rostro hacia la pared. Por qué pone ese detalle cinematográfico el escritor de Reyes allí? Porque eso no es necesario. Es superfluo.
Yo creo que cuando Dios pone esos detalles en la Biblia es por alguna razón. Imagínese en su mente. Visualice a este hombre acostado en su lecho de muerte. Le acaban de dar una sentencia. El profeta se voltea, se va. Se llena de dolor y de temor y lo que hace es que se voltea. Yo puedo casi ver las sábanas que están encima de él volteándose con él y él pone su rostro hacia la pared.

Sabe lo que eso me dice a mí? Mire cuando usted tiene un clamor, una necesidad ante Dios, busque el mejor ambiente posible, la mejor posición posible, el mejor momento posible para clamar a Dios. Cierre la puerta de su casa. Reserve una mañana. Si usted es una persona que sus energías son más fuertes en la mañana, no ore a las 12 de la noche cuando usted está cansado y lo que quiere es dormir. Entonces ahí lo que tiene es una oración, Señor, ten misericordia de mí. Se acuesta y ya se olvidó ni siquiera de orar más. No terminó la frase y ya está durmiendo.
No, use el mejor tiempo. Yo soy una persona diurna. Mi esposa es nocturna, ella a las 3 de la mañana está feliz haciendo un trabajo, preparando una meditación o lo que sea. Yo, a esa hora, olvídese, que se puede caer el mundo encima y yo estoy fuera de condición. Pero yo por eso, mi tiempo favorito para orar es tempranísimo por la mañana, antes que salga el sol, mi tiempo favorito, como yo les he dicho, una taza de café, en una silla bien cómoda, en una esquinita de la casa, con el mundo totalmente desaparecido de mi vista y mi oído, orando al Señor. Ese momento es para mí insustituible, es el mejor tiempo de toda mi vida, la mañana.

Otros quizás, es de noche. Pero cuál es el mejor tiempo de tu vida? Cuando tu estás concentrado o cuando hay energía en tu mente y tu le puedes dar al Señor el mejor tiempo posible, antes que los muchachos se levanten y estén correteando, antes de que escuches las noticias y ya tu mente se vuelva un problema también, antes que escuches el tiempo o lo que sea. No, saca el mejor tiempo de tu vida.

El Señor Jesucristo muchas veces apartó a toda la gente. Cuando fue a orar por la hija de Jairo dejó afuera a todo el mundo y metió solamente a dos de sus discípulos, porque no quería que lo interrumpieran, no quería que la fe de otros o la falta de fe de otros, complicara su oración.

La oración tiene que ser concentrada, hay que visualizar las cosas, hay que desarrollar las peticiones. Hay, como decía yo antes, darle nombre y apellido. Hay que explayar tu necesidad delante de Dios como hablarías con psiquiatra o un psicólogo. Dale lujos de detalles, desarrolla el territorio que tu quieres que Dios bendiga. Visualiza lo que tu quieres recibir de Dios. Pelea contra la duda dentro de ti y trae tu oración concentrada, clara. Tu y Dios.

Yo amo la oración en público, hermanos, por eso hemos orado. Pero ¿saben qué? Yo no amo tanto la oración en público porque amo tanto la oración en privado, personalmente, ese soy yo. A mí me gusta orar con mis hermanos, y he dicho que es importante la oración pero para mí, la oración más importante de todas es cuando yo estoy solo con Dios. Él y yo, mano a mano, luchando con el ángel. Mi mente concentrada en él y silencio alrededor de mí que ni me escuche mi esposa, nadie. Él y yo.

Y por eso yo creo que Ezequías volteó el rostro hacia la pared y el Señor nos deja allí algo, de que cuando oremos, es importante, los gestos físicos, el cuerpo ayuda el espíritu. Hay vínculos entre las emociones, el cuerpo, el espíritu, la mente, todo eso es una sola cosa. Yo encuentro, cuando usted se arrodilla y mete la cabeza en una silla o algo, eso ayuda a la oración inclusive. Le ayuda a concentrarse, es un acto simbólico que le da un mensaje a su cerebro y le dice, concéntrate.

Cuando levantamos nuestras manos, cuando nos ponemos de pie, cuando pasamos al frente, todo eso, es un mensaje que le estamos dando al espíritu. Yo quiero hacer algo extraordinario y quiero recibir la contestación.

Hermanos, el mundo del espíritu es muy misterioso. Hay aspectos mecánicos en las cosas espirituales y mientras uno más entiende la palabra de Dios, uno se da más cuenta que sí, que hay dimensiones mecánicas, físicas, simbólicas que tienen que ver mucho con la efectividad en nuestra vida de oración, nuestra efectividad delante de Dios.

Entonces, Ezequías volteó su rostro hacia la pared y clamó a Dios. Y le dijo, Señor, ten misericordia de mí. Inmediatamente bajó la gracia de Dios, la respuesta de Dios, regresó Isaías, y vino… parece que la oración de Ezequías fue tan poderosa que desató gracia abundante de parte de Dios. Le dijo, sabes qué, Ezequías? Cancela la última noticia y aquí está la nueva: 15 años de vida para ti, 15 años. No le parece eso raro? Por qué no 10, por qué no 20? 15 años. Dios es un Dios específico. Así como nosotros tenemos que ser específicos porque Dios es específico, Dios es concreto.

Eso me acuerda a mí acerca de que la oración es algo, sí tiene un aspecto misterioso, pero también tiene un aspecto cotidiano. Dios es un Dios así, claro. Dijo te voy a dar 15 años más, te voy a extender 15 años. Yo hubiera dicho, Ezequías no te preocupes, vas a tener una vida más larga todavía. Pero no, le dijo 15 años y ahí los tienes.

Eso me convence a mí de lo verdadero de ese relato. Además de eso te voy a dar victoria a tu pueblo, te voy a dar bendición, te voy a bendecir tanto en tu propia vida, tu salud, pero también en tu reinado. Dios es un Dios expansivo. Da abundantemente y sin reproche. Y Ezequías se gozó y tuvo victoria y pudo ir al templo y darle gracias a Dios.

Su fe no era perfecta. Fíjese lo que pasó ahí, le dijo, Señor, dame una señal. Esto es tan grande que quisiera estar seguro, como buen judío, le pidió a Dios que le firmara un contrato claro.

Fíjese, era un hombre con pies de barro. Gedeón cuando Dios le dijo, ve y ataca al enemigo con 300 hombres, 30000 que tenía originalmente, se quedó con 300 solamente, Señor, qué señal tendré yo de que tu me vas a usar de esa manera? Dame algo y le dijo, si el vellón este de lana en la noche, si el rocío cae solamente sobre el vellón de lana pero no sobre el resto, entonces yo voy a creer. Pero después le dijo, pero sabes qué? Una señalita más, por favor, esta vez que caiga sobre la grama y no caiga sobre el vellón. Que misericordioso es Dios. Dios se digna de complacer a su siervo. Y le dijo, mira, está bien, te voy a dar una señal, el reloj va ir hacia atrás en vez de hacia adelante.

Dios es un Dios misericordioso. Dios se compadece de tu necesidad. Dios conoce, tu fe no tiene que ser perfecta. Haz todo lo que tu puedas pero al final del día, acércate ante el Señor, con lo que tu tienes. Señor, lo que tengo aquí es una tortolita para mi sacrificio, no tengo un carnero, pero lo que tengo te doy, Señor. Mi oración delante de ti, estoy débil, estoy deprimido, estoy triste, tengo dudas en mi corazón, pero ten misericordia de mí y recibe lo que te ofrezco Señor. Clamo a ti.

Hermanos, Dios nos invita a ser una iglesia de oración. Creámosle a Dios. Como el siervo se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen, porque él conoce nuestra condición. Se acuerda de que somos polvo. Cada día tenemos que creerle más y más a Dios y traer nuestras peticiones delante de él.

Pidámosle al Señor que nos ayude cada día más y más a ser un pueblo que ore, un pueblo que clame. Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces.

Ropas resplandecientes

Dios le dice a su pueblo a través del profeta Isaías: “Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén…. Sacúdete del polvo…” (Isaías 52:1-2).

A diferencia de Job, que puso su cabeza en el polvo, Dios anima a su pueblo, atormentado por la esclavitud y el cautiverio, a sacudirse el polvo y vestirse con ropas hermosas.

Probablemente hoy traes un vestido de luto. Quizá como Job, estás vestida de lamento por las circunstancias duras que estás viviendo o estás llevando un vestido arrugado por los golpes de tu vida y te sientes triste y sin ánimo para nada. Quizás has descuidado tu vida espiritual y tu vestido está arrugado. Pero, ¡hoy es un tiempo perfecto para quitarte esas vestiduras y renovarte! Dios quiere despertarte y llenarte otra vez con el precioso Espíritu Santo.

Este día, no esperes más, acude a la presencia de Dios y cambia tu vestimenta. Él escogerá para ti el mejor vestido, uno que señala que eres muy especial para Él, que Su gracia y Su amor están sobre ti. Te vestirá con el poder del Espíritu Santo. Te pondrá ropas hermosas, limpias, de gala para que ahora estés de fiesta.

¡BRILLA, POR QUE DIOS TE VISTE CON ROPAS RESPLANDECIENTES

martes, 22 de marzo de 2011

Satisfacción financiera

Puedes preguntar que tiene que ver la satisfacción financiera con el manejo de el tiempo. Tiene mucho que ver. Si te sobre extiendes con las tarjetas de crédito fíjate a ver cuanto tiempo esto te va a robar. Si no entiendes la simplicidad de la vida y no estas contento manejando un carro usado, o tener una casa simple mientras pones tus asuntos más importantes en la canasta de el ministerio, te puede destruir las finanzas. Si estás satisfecho viviendo una vida modesta, vas a agregar años a tu vida. Si no tienes satisfacción financiera vas a decir, “Tengo que trabajar más horas para pagar estas cuentas.” Tienes que arreglar tus asuntos.
En Hilo manejábamos más o menos 1,500 personas, pero como era un pueblo pequeño no nos pagaban mucho. Anna y yo estábamos bien teniendo una casa pequeña y manejábamos carros usados. Con mi camioneta, para ahorrar dinero, yo llevaba la basura para el basurero. Aunque teníamos 1,500 personas, era una comunidad pequeña y nuestras ofrendas eran bajas porque la gente en la área donde estábamos eran un poco pobres. La camioneta pequeña que compré por $500 tenía huecos en el suelo. Esto era chévere porque podía ver la carretera pasando por el suelo. La puerta se calló porque las bisagras estaban oxidadas, pero yo amarré la puerta con una cuerda y estaba bien. Mi esposa odiaba manejar la camioneta pero estábamos contentos. Esto es un ejemplo extremo pero es verdadero y estábamos bien.
Pablo dice, “Yo sé como estar contento con abundancia o con escasez.” Así que si me dan unas habitaciones de lujo en un hotel estoy bien contento. Me encanta. Pero si me dan una habitación pequeña, también estoy contento. Satisfacción es clave.
Esto quiere decir que siempre vas a ser pobre? No! Pero si tienes que vivir en una caja de cartón por un tiempo estás contento.
Hay un millonario prospero quien le preguntaron en una entrevista, “Cuando te hiciste prospero?” Nunca me olvidaré de su respuesta. El dijo, “Yo era prospero cuando no tenía un centavo en mi bolsillo. Solo necesitaba tiempo para ensamblar todo, pero yo era prospero cuando no tenía diez centavos.” No es esto bueno. Esta dentro de nosotros. No tengo diez centavos, pero estoy bien: soy productivo, soy prospero, y puedo hacer muchas cosas. La potencial esta dentro de nosotros. Entienden? Nos da un futuro brillante.
Señor ayúdame hoy a estar contento con lo poco que tengo y vivir en una dimensión espiritual. Amén.

Triangulo de la libertad economica

La economía en la familia es la base del bienestar familiar. ¿Cómo llego a fin de mes?, es el clamor de muchos esposos y esposas. ¿Cómo puedo salir adelante financieramente sin tener estas presiones que me están destruyendo por dentro?. En la Biblia hay cerca de 700 referencias al dinero. Esto nos indica que Dios sí está interesado en como darnos los secretos para salir en libertad en asunto de finanzas.

Dos terceras partes de las parábolas de Cristo hacen referencias al uso del dinero. Dios sabe el valor que el dinero tiene en nuestra vida diaria. Vivimos en un mundo donde el dinero juega un papel fundamental. Una sociedad donde pareciera que todo está dirigido a hacernos esclavos de las finanzas de manera desesperada.

“Es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar”. George Horace Lorimer (1867-1937) Editor americano del The Saturday

Los que podemos encontrar más y más es que hay mucha ignorancia acerca de los principios bíblicos en relación al manejo del dinero.

Necesitamos entender que la forma como el mundo emplea y administra el dinero es muy diferente a la manera como Dios nos enseña. Dios estableció los genuinos principios que incluyen la materia financiera.

El cristiano debe aprender a confiar en Dios en cada circunstancia, creer que él nos ama y nos da solamente la mayordomía de lo que podemos manejar, sin ser tentados más allá de lo que podemos resistir. A causa de su carácter tangible el dinero es un terreno que nos prueba ante Dios y muestra nuestro verdadero deseo de someternos a él.

Antes de mencionar cuál es el Triángulo de la Libertad Financiera establecido por Dios, necesitamos ver el Triángulo Financiero del mundo que nos quiere arrastrar cada día a la esclavitud.

“De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero”.Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

EL TRIÁNGULO FINANCIERO DEL MUNDO.

Recibir

Gastar Dar

El mundo siempre quiere recibir. Lucha por recibir y muere cuando no puede recibir. Pareciera que la mano con la palma hacia arriba es la característica primordial de nuestra sociedad. Enseñamos a nuestros niños desde pequeños a pedir y esperar recibir.
El mundo Gasta más de lo que recibe. Si, apenas se recibe lo que viene a la mente es como gasto lo que recibo. Al gastar inmediatamente ya no tendré para dar.
“No gastes tu dinero antes de ganarlo”.Thomas Jefferson (1743-1826) Político Estadounidense

El mundo poco da, porque gasta más de lo que recibe.
• Por ello , el mundo está en bancarrota y sigue inventando maneras para recibir, pero pocos mecanismos tiene para dar y se olvida precisamente que la clave está en Dar.

“Quien cambia felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad”. José Narosky (1930-?) Escritor argentino.

EL TRIÁNGULO FINANCIERO DE DIOS

DAR

RECIBIR GASTAR

• El cristiano que vive bajo el triángulo financiero de Dios. Primero Da. No da para recibir. Da porque ya recibió. Dios nos dio su ejemplo cuando dice: “ De tal manera amó Dios al mundo que dió, a su hijo unigénito” Juan 3:16. El nombre de Dios es realmente DIO….S.


• Nuestro primer paso no es recibir como lo hace nuestra sociedad, el primer paso del Triángulo de Dios es Dar. Descubrimos entonces que al dar, la segunda esquina del triángulo es Recibir.
• El cristiano que vive bajo el triángulo financiero de Dios, recibe más de lo que dio. Ese es el fruto de dar es que entonces recibimos. Cuando recibimos ahora si pasamos al último elemento del Triángulo financiero de Dios y es Gastar.

• El cristiano que vive bajo el triángulo financiero de Dios, gasta menos de lo que recibe.
• El cristiano que vive bajo triángulo financiero de Dios, como le sobra tiene para dar, e inicia nuevamente el ciclo.

LOS TRES ÁNGULOS DEL TRIÁNGULO FINANCIERO DE DIOS.

Veamos esto ahora en detalle.

El principio de DAR.
1. Dios quiere desarrollar en nosotros el principio de DAR. “El que robaba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad”. Efesios 4:28.

2. Jesús prometió “felicidad” en dar más que en recibir. “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” Hech 20:35.

3. Nuestro dar se mide por lo que recibimos de Dios. No es al contrario. Muchos dan porque quieren recibir de Dios y es diferente. Nosotros damos porque ya hemos recibido de Dios.
4. Hacia dónde debemos dar?
A.- A Dios . Ahora Dios no necesita dinero, pero los proyectos de Dios si, como es predicar el evangelio a quién no lo conoce, extender el Reino de Dios en esta tierra y eso si necesita dinero. Cuando hablamos de darle a Dios en realidad es invertir en extender su mensaje. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi Casa Probadme ahora en esto, dice El Señor de los ejércitos a ver si no os abrirá ventanas de los cielos y derramará sobre vosotros bendiciónhasta que sobreabunde. Mal 3:10

B.- A los pobres. Luego necesitamos mirar a nuestro alrededor y descubrir que hay mucha gente en necesidad. Nuestro amor a Dios se extiende hacia el necesitado. “Peca el que menosprecia a su prójimo, pero el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.Prov 14:21.

“El que mira con misericordia será bendito, porque dio de su pan al indigente.Proverbios 22:9.

“El que da al pobre no tendrá pobreza, pero el que aparta de él sus ojos tendrá muchas maldiciones.Proverbios 28:27.

“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada «la Italiana», piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo y oraba siempre a Dios. Hechos 10:1,2.

C.- A los hermanos en la fe. Ahora no podemos cerrar nuestro corazón a los miembros de la familiacristiana que están pasando por crisis. “Compartid las necesidades de los santos y practicad la hospitalidad”. Rom 12:13.

D.- Para esfuerzos especiales. “Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que significa «Hijo de consolación»), levita, natural de Chipre vendió una heredad que tenía y trajo el producto de la venta y lo puso a los pies de los apóstoles. Hech 4:36,37
“ El dar con sacrificio, es uno de los privilegios de la vida cristiana. Dios le indicará cuando necesita dar para esos esfuerzos especiales” “Doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas”. II Corintios 8:3

Luc 21:1-4. Habla de una mujer pobre pero que entendió este principio:
“Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.
Vio también a una viuda muy pobre que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre echó más que todos, pues todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía”.

Cuidado con esos líderes que explotan y manipulan la grey para sacar dinero para esfuerzos que no han salido del corazón de Dios, más de sus propias ambiciones. Incluso utilizan la Biblia para manipular al pueblo.

Muchos están usando ciertas palabras fuera de contexto como “Pactar”, “Sembrar”, etc para justificar sus mecanismos de pedir dinero ofreciendo aún milagros de Dios de acuerdo a la cantidad recibida lo cual se convierten en una fragante violación de la pureza bíblica.

• El Principio de RECIBIR.

1. Se recibe de la Responsabilidad en el trabajo. Cuando somos responsables con nuestros compromisos eso trae un efecto maravilloso y milagroso.

“El que recoge en verano es hombre sensato, pero el que duerme en tiempo de siega, averguenza” Prov 10:5.

“El que labra sus tierras se saciará de pan, pero el que se une a vagabundoscarece de entendimiento”.Prov. 12:11.

“El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán prosperados.Proverbios 13:4.

“Las riquezas de vanidad disminuyen; el que recoge con mano laboriosa las aumenta. Proverbios 13:11.

“El que cultiva su tierra se saciará de pan, pero el que sigue a los ociososse colmará de pobreza”. Proverbios 28:19.

“Sea ejemplar en el trabajo. Cada creyente debe sobresalir en su trabajo como el mayordomo fiel”

“Dijo el Señor ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa para que a tiempo les dé su ración Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, lo halle haciendo así. En verdad os digo que lo pondrá sobre todos sus bienes”
Luc 12:42-44.

2. Se recibe por usar inteligencia. Dios nos ha dado una mente y una creatividad que no está siendo explotada como se debe. “Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia, pero todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
Prov 21:5

3. Se recibe por usar las oportunidades que vienen a la mano. Cada día Dios nos presenta oportunidades que no debemos ignorar. Oportunidades son puertas dadas por Dios para introducirnos en los nuevos pasillos de su gracia y misericordia. “En el barbecho de los pobres hay mucho pan, pero se pierde por falta de justicia. Proverbios. 13:23.

4. Se recibe por estar vigilando y cuidando lo que ha recibido. La negligencia, la ley del uso es determinante. No debemos ser descuidados con los regalos de Dios, además en última instancia somos meramente administradores de los recursos de Dios.Proverbios. “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños, porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona espara generaciones perpetuas”. Proverbios 27:23-27. “Cualquier negocio gana o pierde en base a centavos”.

5. Se recibe cuando uno ora. Que maravilloso recurso es la oración. Podemos ver milagros cuando oramos y ver la mano de Dios es acción. Mat 7:7 Fil 4:6.
6.- Se recibe cuando somos agradecidos. Agradecimiento es un disparador de bendiciones. Dios siempre nos demuestra su fidelidad y necesitamos ser agradecidos primero con Dios y luego con la gente.Num 11:32,33.

• El principio de GASTAR.
• “Los que tienen problemas financieros o revelan siempre en el área de los gastos.
• “El secreto es vivir dentro de lo que se gana, no importa cual sea la suma.

1.- La prioridad son los gastos básicos, servicios y las deudas. Prov. 3:28.

2.- Renuncia total a los gastos innecesarios.

3.- Desarrolle resistencia a la compra impulsiva.

4.- Sólo compre extras cuando le sobre dinero.
Prov. 13:7 21:17

Antes de comprar haga estas preguntas:

¿Es esto una necesidad?
¿Puedo actuar sin esto?
¿Es la mejor compra dentro de lo posible?.
¿Añade o enriquece esto a las relaciones de la familia o las va a deteriorar.?
¿Añade o enriquece mi vida espiritual o la va a deteriorar?.
¿Es esto algo que va a perder precio en vez de ganarlo?.
¿Requerirá mucho dinero el mantenimiento de esto?.

5.- Use un presupuesto escrito.

6.- En lo posible compre de contado.

7.- Rehuse decisiones rápidas.

8.- Nunca olvide ahorrar.

“No pongas tu interés en el dinero, pero pon tu dinero a interés”. Oliver Wendell Holmes (1809-1894) Poeta y humorista estadounidense.

“A muchos Hijos de Dios, el devorador ha estado destruyendo sus finanzas, porque sus vidas no han estado encuadrados dentro del TRIÁNGULO FINANCIERO DE DIOS. Hoy nos levantamos y decimos jamás volveremos a vivir en el triángulo financiero del mundo”.

La bendición del Señor siempre estará sobre aquellos que le aman y viven de acuerdo a sus preceptos.

CONCLUSIÓN.

• No damos para recibir…Damos porque ya recibimos.

“Señor gracias por mostrarnos en tu palabra cuales son los principios financieros en los cuales debemos y necesitamos vivir. Ayúdanos a ser fieles con lo que nos has dado y a ser buenos administradores de las finanzas, viviendo dentro de tu triángulo financiero. Amén”.

Damos porque ya hemos recibido. Recibimos más de lo que damos. Gastamos menos de lo que recibimos y nos queda para volver a dar.

Dr. Serafín Contreras Galeano

lunes, 14 de marzo de 2011

El valor de una mujer

Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.

Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomo la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.

Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Después de una semana, vino el hombre y le dijo: ¡¡¡Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla incesantemente, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!!!

Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones, por favor Dios, devuélvemela, ¡¡¡porque no puedo vivir sin ella!!!

Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho, claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para ti, pero no olvides cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella...

Palabra Amor


El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo soporta.

TODAS LAS EDADES y culturas emplean palabras que evocan los anhelos que se tienen en común: Dios, patria, deber,trabajo, pan, vida, libertad, justicia, familia, democracia. Pero ninguna de ellas aparece tan frecuentemente como la palabra amor. El amor es siempre prominente y preeminente.

¿Qué es el amor? ¿Cuántos significados tiene? Como todas las palabras mencionadas arriba, los significados varían según el período histórico, y a veces se contradicen entre sí. Por supuesto, nadie va a decir que no ama. ¡Todos amamamos! Preferimos que nos digan mentirosos o ladrones a digan que no sabemos amar. Y no sólo que todos amamos, sino que casi cualquier acción se justifica en nombre del amor: “Lo hago por amor a la persona” o “a la sociedad” o “al sentido de la historia”. Cada uno esgrime la palabra como quiere, para sus propios fines.

Esto es doblemente peligroso cuando se refiere a Dios, porque se cambia el “Dios es amor” en “el amor es Dios”. Defino a Dios en términos de mi propia concepción del amor, y así creo a Dios a mi propia imagen. Siento que el amor me lleva a hacer algo, y aunque otros lo ven como malo, me convenzo de que lo hago por amor. Y si lo hago por amor, lo hago con la aprobación de Dios. Invoco a Dios para que me justifique en lo que quiero hacer. La mentira (“la mentira piadosa”), el robo (“para dar a los pobres”), la fornicación (“lo hicimos porque nos amamos tanto, y nos pensamos casar, y no hemos hecho mal a nadie”) y hasta el asesinato (el aborto y la eutanasia) se justifican en nombre del amor, y por lo tanto en nombre de Dios.

Para ver cuánto nos hemos apartado del concepto histórico del amor -al cual llegaremos un poco más abajo-, menciono una pequeña investigación mía. Consulté una enciclopedia moderna, hecha especialmente para estudiantes del nivel secundario. Busqué bajo “Amor”, y lo único que encontré fue: “Ver: Emoción; Sexo”. Fui a los artículos indicados, y encontré que habían reducido el concepto de amor, por un lado, a una emoción espontánea y pasajera, como la alegría y el enojo, y por el otro, a un aspecto de la relación sexual. Luego busqué “Afecto” y “Amistad”; y no hubo absolutamente nada.

Así se usa la palabra hoy en día, sobre todo en el cine y en las novelas bestseller. Amor se refiere a lo sensual y sexual, y muchas veces a la licencia, la lujuria y la codicia. Es una emoción sobre la cual no tenemos -ni podemos tener- control. Ni, para decir la verdad, lo queremos tener, porque así nos sentiríamos limitados moralmente, y “en el amor” las restricciones morales son precisamente lo que no queremos. Queremos “ser llevados” por la ola de nuestros sentimientos y pasiones, pero no sentirnos culpables después (“no me pude dominar, pero no importa, porque sé que mis motivos eran puros; lo hice por amor”).

Un conocimiento de la Biblia, por superficial que sea, nos indica lo inadecuado de este concepto. Para citar un caso concreto: Dios nos manda a que amemos a nuestros enemigos, y es imposible reconciliar esto con un amor que no signifique más que lo emocional y sensual. Para aclarar el panorama, vayamos a las cuatro palabras que usaban los griegos para diferenciar entre amor y amor, algo que en nuestras lenguas modernas se hace más difícil. No pretendo duplicar lo que hizo C. S. Lewis en su libro magistral, Los cuatro amores; lo recomiendo calurosamente. Para el aspecto de amistad, recomiendo también el ensayo “Una amistad delicadamente cincelada” de Julián Marías, en su Ensayos de convivencia. Tampoco déjese de leer el artículo “Agape y agapan” de William Barclay, en Palabras griegas del Nuevo Testamento.

Las cuatro palabras griegas que se traducen con “amor” son storge (afecto), filía (amistad), eros (el amor entre los sexos) y agape (el amor divino). Es importante decir al principio que ninguno de estos amores es de origen humano; todos emanan de Dios. Con la excepción de agape, todos han sentido la distorsión del pecado humano, pero no por eso Dios los deja de usar en nuestras vidas.

El afecto es el amor más común, el que sentimos casi sin darnos cuenta, sin definirlo ni hablar de él. Lo sentimos con nuestros padres y abuelos, con nuestros hermanos y parientes, con los vecinos y los compañeros de curso y detrabajo. Es el amor de la proximidad. Aunque quizás no sea un amor muy profundo, puede ser duradero; el amigo de la infancia, cuyo camino en la vida ha sido muy distinto del mío, sin embargo guarda en mi corazón un lugar de privilegio. El abuelo, que vive en otro mundo, con quien por varias razones apenas me comunico, me es muy querido. El afecto no nos liga de adentro, pero los lazos de afuera pueden ser importantes y fuertes.

La amistad está al otro extremo. No depende de lo que nos rodea, sino de ligaduras interiores. La amistad es meditada, creada. No es como el afecto. No se produce casi automáticamente con los que ocupan con nosotros el mismoespacio familiar, laboral o escolar. Los amigos son aquéllos a cuyo lado nos ponemos para contemplar el mundo, aquéllos con quienes compartimos gustos, ideales, valores y metas. Son las personas con quienes podemos estar de acuerdo o de desacuerdo, pero sobre una base que tenemos en común. Partimos del mismo punto. La amistad no excluye el afecto, y muchas veces comenzamos con éste y terminamos con aquélla. Hemos estado con un compañero en el colegio durante mucho tiempo y compartido con él muchas cosas; y de repente, en una conversación casual, nos damos cuenta de que con él “estamos en lo mismo”.

Nace una amistad. Puede ser alguien del mismo sexo o del sexo opuesto, pero eso es secundario. Lo importante no es lo que sentimos el uno por el otro, sino lo que los dos sentimos por la vida. Podemos formar un grupo de dos amigos o de varios. Como en el caso del afecto, no hay limitaciones en cuanto a números. Podemos sentir afecto por uno o por muchos, y podemos sentir amistad con uno o con varios; y entre los varios, es posible que todos sintamos la misma amistad. Ni el afecto ni la amistad son excluyentes ni absorbentes, como ocurre en el próximo caso que mencionaremos: el eros.

El eros es el amor entre los sexos. Incluye el aspecto sexual, pero no se circunscribe a él. Y no sólo eso; la relación sexual puede existir aparte del eros. El eros es el don que Dios dio a Adán y Eva, y a sus descendientes, para que nos sintamos unidos en amor -”enamorados”- con nuestros maridos y esposas. Incluye todo lo que sentimos de amor íntimo, absorbente, exclusivista, el amor que nos une a otro en cuerpo, alma y espíritu, para que ser una sola carne. Es el amor que Dios ensalza en el Cantar de los Cantares. Como se dijo, no toda relación sexual existe dentro de este marco: la prostitución, por ejemplo, está lejos de este amor, porque separa entre el acto sexual y lo que ese acto debería representar de amor cabal; separa entre el cuerpo y el alma y espíritu. En el afecto nos une todo nuestro entorno; en la amistad nuestra perspectiva de la vida; en el eros lo que es el otro. Los amigos juntos contemplan la vida; los enamorados se contemplan el uno al otro.

Pueden existir más de uno de estos amores al mismo tiempo, o, como ya se dijo, uno de ellos puede convertirse en otro. El afecto que sentí con mis padres cuando era niño, de adulto se convirtió en amistad. De niño nuestros mundos eran distintos; pero ahora, por afinidad de gustos, ideas, metas y valores, al afecto se añadió amistad. Lo mismo me ha pasado, ahora que somos adultos, con algunos de mis hermanos. La amistad con alguien del sexo opuesto puede llegar al eros, sin dejar de ser amistad; como también el eros puede existir primero, y luego se le agrega la amistad. Diría más: es muy triste si en el matrimonio estos dos amores, con el tiempo, no se acompañan.
El afecto, la amistad y el eros vienen de Dios, y son ubicuos. Son los dones que Dios nos da para que nos relacionemos con nuestros prójimos; es imposible vivir sin convivir. Pero para que estos amores no se distorsionen y se perfeccionen, otro amor nos hace falta: agape. Este es el amor divino, el amor que radica en Dios, el que antiguamente se llamaba “caridad”. Los demás amores dependen de que haya respuesta -”eco”- a nuestro amor. Son recíprocos. Pueden nacer en uno antes que en otro, pero si después de un tiempo no son correspondidos, mueren. Este es el caso sobre todo con eros y amistad.

Me enamoro de alguien, veo en él todo lo que me parece necesario para vivir unidos, pero la persona no me presta atención; y dentro de algún tiempo mi amor muere. Conozco a alguien con quien siento que compartimos el significado de la vida, pero no encuentro respuesta, y la posibilidad de una amistad desaparece. Aun en el caso del afecto puede pasar lo mismo. En medio de la tranquilidad que sentimos los del barrio, del aula o de la oficina, se introducen factores irritantes, y el afecto se altera.

Agape es distinto. No depende de que otro sienta lo mismo, no depende de factores de afuera. Origina en el que ama, y persiste a pesar del rechazo, las irritaciones y hasta el odio. Los demás amores se inspiran en la persona amada; agape sale del carácter de quien ama y depende totalmente de ese carácter. Los otros amores son naturales, aunque dados por Dios, pero agape es un don sobrenatural. El pecado no lo puede pervertir, porque lo controla el Espíritu Santo. Es el amor de Dios hacia nosotros -”De tal manera amó Dios al mundo…-”, no porque lo merezcamos ni porque lo deseemos, sino simplemente porque él lo quiere así.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. Agape es la base de la relación entre el Padre y el Hijo y de la relación entre Dios y el ser humano. Es la esencia de la fe cristiana y la base de la relación que debe existir entre el cristiano y su prójimo. Por eso Dios puede mandarnos a que amemos. Pero exclamamos:”¡Qué absurdo! Se ama o no se ama, porque las emociones no se pueden manipular ni dominar”. Hasta cierto punto esta reacción es válida si hablamos de afecto, amistad y eros. Pero agape depende de quien soy yo, no de quien es el otro. Para los amores naturales es imposible amar al enemigo. Pero Dios ama así, y si logra crear su imagen en mí, yo también puedo amar así.

Todo amor natural retiene el elemento de respuesta o reacción. Agape no. Todo amor significa poner al otro antes que a mí mismo, pero los amores naturales dependen de que que el otro reciproque. Todo amor natural puede ser egoísta; solamente el amor divino jamás lo es. Agape es un amor de decisión. Dios decidió amarnos, y nos ama. Yo decido amar, y amo, bajo la unción del Espíritu de Dios. Es una decisión de mente y de voluntad, que muchas veces va en contra de todas nuestras inclinaciones normales -amar a los sucios, los aburridos, los antipáticos y los que nos maltratan-. Pero Dios nos llama a amar así, precisamente para que seamos semejantes a él. Dios, porque es Dios, busca siempre el bien del otro, sea quien sea y como sea. Leamos con cuidado Mateo 5.43-48.

Una de las marcas de la iglesia de los primeros tiempos era: “¡cuánto se aman!” Los no cristianos se admiraban, porque veían algo que no era natural. Los creyentes pertenecían a todas las razas, clases sociales y niveles culturales. Había judíos y gentiles, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, aristócratas y esclavos, instruidos y analfabetos. No existía entre ellos ningún vínculo natural. Y sin embargo, se palpaba un amor que no se explicaba en términos de storge, filía, ni eros. Desde el punto de vista humano, estos cristianos no tenían nada en común; algo sobrenatural los unía.

Avancemos un poco más. Los mismos amores naturales deben ser santificados por el amor sobrenatural. El afecto que sentimos unos por otros debe ser un afecto sin grietas, la amistad debe ser más sólida y más profunda, el eros más puro. Los amores naturales deben no solamente responder al amor del otro, sino ser fruto de nuestro carácter. En el cristiano, el amor sobrenatural santifica los amores naturales. Nuestros afectos, amistades y enamoramientos se elevan a otro plano, van más allá de la mera respuesta. Originan en una vida transformada por el Espíritu Santo. No es un juego de palabras decir: “No te amaría la mitad de lo que te amo si no amase más a Dios”.

Pero ahora llegamos a otra verdad bíblica. Agape toma prioridad sobre los otros amores. Los amores naturales, cuando no han sido ungidos por agape, lo pueden contrariar. Sobre esto nos advierte Lucas 14.26: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”. Los otros amores, si no son santificados por el amor divino son rivales de éste. Los amores naturales son de Dios, son necesarios y productivos. Pero si agape no los perfecciona, son peligrosos para nuestra vida cristiana. Es cuestión de lealtades. ¿A quién cedo mi voluntad? El amor significa poner primero a otro antes que a mí mismo. Pero también significa poner a Dios antes que a todo posible rival. Los padres y hermanos, los amigos y los cónyuges, no pueden competir con la lealtad y fidelidad que debo a Dios, y sólo a Dios.

Hemos dicho que los amores naturales se vuelven sobrenaturales cuando el Espíritu Santo los unge. Más aún, son ilustraciones del amor de Dios hacia nosotros: storge (afecto), el amor entre el Padre y sus hijos; filía (amistad), el amor de nuestro supremo Amigo; eros (como en Cantares), el amor de Dios por su esposa, la iglesia.

El amor divino, agape, es el que tenemos en 1 Corintios 13, la descripción por excelencia de la vida cristiana. “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se evanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. El Espíritu Santo arraiga este amor en el centro de mi ser, y no depende de cómo sea el otro o de cómo me trate. Es el amor divino que transformará las relaciones humanas: mi relación con el vecino y con el compañero de trabajo, mi relación con los parientes y con mi esposa e hijos, mi relación con los amigos y con mis hermanos en la fe de Cristo.


jueves, 10 de marzo de 2011

Mujer, Toma tiempo para ti.

“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”.

Mujer, no importa la edad que tengas, hoy me dirijo a ti a corazón abierto. Mientras reflexionaba sobre algún tema para escribir que pudiera traer bendición a tu vida, recordé las palabras del proverbista Salomón en el libro de Eclesiastés. El capítulo 3 nos habla de cómo en esta vida todo tiene su tiempo. Aunque a veces pareciera que las horas del día no nos dan para hacer todo lo que queremos, debemos encontrar tiempo.
Por eso quiero dirigirme a ti, que valga la redundancia, has tomado tiempo de tu ajetreada agenda y entre tus muchos quehaceres has tomado la decisión de leerme.

Desconozco cual sea la lucha personal con la que tengas que lidiar frecuentemente, pero hoy te hago una invitación para que te veas a ti misma frente al espejo y explores en los rincones más íntimos de tu alma. Quiero que comiences por preguntarte si eres feliz. ¿Te sientes realizada o entusiasmada contigo misma? ¿Cuándo fue la última vez que realizaste algo que querías hacer? ¿Sigues soñando o renunciaste a las cosas que querías y que te propusiste algún día lograr?

Reflexionando un poco acerca de la creación y remontándome al cuadro de cuando Dios diseñó a la mujer, pienso que si Dios hubiese querido que el hombre estuviera o se realizara solo, entonces no hubiera creado a Eva para que fuera la ayuda idónea de Adán. Con toda humildad y espero no ser malinterpretada podría decir que el mundo es mejor gracias a que existen hermosas mujeres como tú. Talentosas, amorosas, apasionadas, entregadas a sus tareas, adoradoras del Dios omnipotente y tantas cosas más. Es trascendental que entiendas que tienes un sello de Dios que te hace especial y diferente al resto de la creación. Tienes tú lugar en este mundo y Dios te ha llamado a ser victoriosa.

Tal vez como amiga, madre, hija, esposa, trabajadora y en cada faceta de tu vida, has cumplido o ayudado a cumplirse los sueños de esas personas a quienes amas y eso está muy bien.
Pero, ¿has realizado tus sueños? ¿Has cumplido con aquello que entiendes que es el propósito específico en el cual Dios quiere utilizarte? Cuidas de los demás, pero, ¿tomas tiempo para cuidar de ti misma? Si no lo has hecho, este es el momento y el día para que pienses también en ti. Y pensar también en ti no implica que seas egoísta o vanidosa. Es muy necesario y a la vez provechoso que tomes un periodo del día para realizar aquellas cosas que te agradan. ¿Quién te dijo que no podías? ¿Qué ya estás muy vieja para alcanzar aquella meta que deseas? ¿Quién lastimó tanto tu corazón haciéndote sentir equivocadamente que tienes poco valor? ¿Quién te menospreció y socavó los rincones más íntimos de tu ser? ¿Por qué soportas que te hieran, agredan, griten, maltraten o te falten el respeto? ¿Comprendes que para que otros te valoren es necesario que tú te valorices primero? ¿Por qué sigues insistiendo en estar en una relación que sabes que nada bueno te traerá?

Con esto no quiero decir que patrocine el divorcio o que ante el primer problema o percance que surja, salgas corriendo. Hablo a aquellas mujeres que han caído en patrones de maltratos. Que viven soportando infidelidades, infidelidades que en ocasiones traen consigo entre muchas consecuencias, enfermedades que pueden terminar en muerte. Mujeres que sufren calladamente muchas agonías en su matrimonio y por temor al que dirán o a que nadie las pueda entender, siguen viviendo en un vía crucis y dependiendo de alguien que realmente dice en ocasiones amarla, pero que con sus acciones demuestra todo lo contrario. Esto porque cuando uno ama algo, lo cuida, lo protege, lo preserva y trata de no lastimarlo. Hablo de señoritas que tienen a sus novios y permiten que ellos destrocen su autoestima, que las traten mal, que decidan sobre sus vidas. ¿Qué te hace pensar que si te casas con él cambiará? Recuerda el refrán que dice: “que sobre aviso no hay engaño”.

¿Por qué callas cuando sabiamente has tenido las respuestas ante situaciones o problemas difíciles? ¿Por qué has dejado de ocupar tu lugar? Dios te ha dado un espíritu, una vida, un intelecto para que lo utilices. Tú puedes lograr grandes cosas tomada de la mano de Dios. Puede que en este momento alguna de las mujeres que me esté leyendo, piense que no puede salir de ese laberinto en el que se encuentra, pero quiero decirte, que tú sola tal vez sientes que no puedas, pero Dios te va a dar la fortaleza y la sabiduría que necesitas para afrontar los grandes retos que tengas que asumir. Tú no estás sola, tú eres bella por ser quien eres, independientemente de que la belleza sea relativa y de las opiniones o conceptos que han estigmatizado tu vida. Eres rosa en el jardín primoroso de Dios. ¿Por qué vivir atada a tus miedos cuando Dios quiere que seas libre? Que te remontes alto, vueles y desafíes los mares tempestuosos. Tú tienes ímpetu, ganas y tantas cosas más. ¡Lucha, no te quedes a la deriva!

Ahora quiero dirigirme a ti, mujer que has experimentado en tu vida un divorcio. A ti que tal vez, jugaron con tus emociones y sentimientos. A ti que te sientes engañada y sin fuerzas para volver a continuar. A ti que en la soledad de la noche no puedes dormir saturada de tantas preguntas para las cuales no tienes respuestas o no logras entender su lógica. A ti que luchas por sobrevivir y que muchas veces, el solo hecho de levantarte de la cama y hacer las tareas del día sientes que es una proeza, porque no tienes energías o porque piensas que la vida ya no tiene sentido. Te pido por favor que reacciones. ¡Levántate de donde te encuentras y vive! Vuelve a darte la oportunidad de sentir, de sonreír, de mimarte, de conocerte más, de descubrir nuevas facetas en tu vida, de realizar nuevas aventuras y proyectos. No dejes que los momentos tristes te aprisionen, que la vida se te vaya en lamentos e incertidumbre. Si lo crees en tu corazón, sabrás que no eres cualquier cosa, que eres una mujer de propósitos y que fuiste diseñada para marcar estos tiempos. Mujer, tú que me lees en estos momentos, toma tiempo para ti.

Autora: Brendaliz Avilés