domingo, 27 de agosto de 2017

Orar

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Versículos

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De pie

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Levantate

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Diamante

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Eternidad

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Oración

Tu? y toda tu casa.

Es posible que lleves años orando por tu familia para que conozcan de Dios. ¡No te canses de hacerlo! Cuando menos lo pienses, la oracion que esta bajo la voluntad del padre recibira respuesta.

Por eso no podemos desanimarnos si pasan meses, años y no hay cambio. Muchas personas se desaniman y piensan que Dios jamas hara el milagro.

Yo soy fruto de esa oracion permanente de mi hermana Norma. Ella fue la primera de la familia en conocer de Jesús y, desde entonces, empezo a orar por mi salvacion. Al principio, era muy duro porque la rechazaba y la llamaba “religiosa” porque la veia con la Biblia. Sin embargo, ¡Quien pensaria que al año yo estaria postrada recibiendo a mi Jesús!

Despues de mi vino la conversion de mi mami, mi papi, de Helenita, su esposa, y de esta manera se ha ido cumpliendo la palabra de Dios para salvacion de toda la familia. No te desanimes y ora sin cesar. La oracion tiene poder.

La duda... enemiga de la fe.

La duda paraliza tu fe. La duda es un sentimiento que todos tenemos, pero que se mantiene como ciertos virus dormida en nuestro ser. Y la activan varios sucesos de la vida.

Es posible que tu fueras una persona de mucha fe, pero un suceso marco tu vida y es como si no pudieras volver a creer. Situaciones como una infidelidad, la traicion.

En el peor de los casos, una tragedia enluto tu vida. Asi que decides perder toda confianza en Dios y le das espacio a la duda. Hoy es el dia de restablecer lo dañado.

Hoy es el dia para decirle a Dios que te ayude a volver a confiar. Recuerda que la duda no te permite ver la mano de Dios en tu vida y mucho menos vivir agradandole. Ademas, “sin fe es imposible agradar a Dios”. (Hebreos 11:06)

Oracion por mi caracter.

Querido Jesús: Reconozco que muchas veces no he sido un buen ejemplo para mi familia y mucho menos para las personas que me rodean. Se? que muchas veces mis actitudes no han dado buen testimonio de tu nombre.

Te suplico que me ayudes a retener mi boca y no hablar cosas de las cuales me pueda arrepentir. Aunque se que te amo, mi Dios, reconozco que he usado tu nombre en vano y he dudado de tu poder, de tu amor y de tu misericordia.

Te pido perdon con todo mi corazon. Quiero que formes el caracter de tu hijo en mi y que yo pueda, Señor, ser un instrumento tuyo en esta tierra. Guiame para que mi vida llegue a ser ejemplo y tu puedas reinar siempre en mi. Alejame, Padre, de personas que no aportan nada bueno a mi vida y, por favor, no me sueltes de tu mano. Te necesito mi Señor.

Oracion por cambios en la vida.

Padre santo, queremos agradecerte este nuevo dia y decirte que eres lo mas importante para nosotros. Cada dia que pasa vemos tu amor incondicional y disfrutamos de tus bendiciones. Dios mio, gracias porque permites cambios en mi vida y conoces mi necesidad.

A veces, tomo desiciones equivocadas, pero tu me guias a toda verdad. Aunque no entendamos todo lo que nos pasa, sabemos que con tu amor nos cuidaras y nos daras nuevas oportunidades.

Ayudame a aprender de mis errores y dame la fortaleza para superar las cosas que debo dejar y cambiar. Entrego el resto de este dia en tus manos y descanso en tu palabra. En el nombre de Jesus, amen y amen.

Otra vez...

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Confía

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La ley

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Una mujer...

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Moisés Clamo

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Mateo 19:26

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Espíritu

Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.
Gálatas 5:25 (RVANTIGUA)

El escritor de Gálatas propuso un recorrido de dos etapas para aquellas de nosotras que deseamos convertirnos en mujeres de valor. Sugirió primero que debemos “vivir en el Espíritu”. ¿Qué significa esto? ¿Es tu intención vivir en el Espíritu hoy?

Si “vives” en un lugar, significa que estás “viva” en ese lugar.Quizás el lugar en el que revives es en la iglesia. Tal vez te sientes viva en tu hogar, con tus hijos y tu marido. O en el mundo exterior, donde realizas tu trabajo. Es bueno saber qué es lo que te hace sentir viva. Es bueno entender cuál es el lugar en el que vives.

Si vives en el Espíritu, cobras vida cada vez que se cruza en tu camino una oportunidad de compartir el evangelio que tu mente y corazón aman. 

Revives con cada oración que susurras o al darle una mano a tu vecino. Te sientes viva con el amor que Dios ha puesto en tu corazón.

Como mujer de valor, estás viva en él, y una vez que reconoces ese hecho no hay vuelta atrás. Estás en el camino, lista para caminar. Caminarás con sus brazos envolviéndote por el resto de tus días. Cuando caminas en este tipo de amor, te conviertes en una mujer de valor aun más fuerte.

Un pensamiento valioso

No debemos confiar en cada palabra que nos dicen o en cada sentimiento que experimentamos, sino ser pacientes y cautelosas, para ver si provienen de Dios.
Tomás Kempis

Oración a Dios

Padre celestial, camina hoy conmigo y ayúdame a vivir en tu dulce y amoroso
Espíritu. Guía cada uno de mis pasos para parecerme más a lo que tú quieres que sea. Mi gozo descansa en ti. Amén

Fuente de vida

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Feliz

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sábado, 26 de agosto de 2017

Cambiarnos

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Experto

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Decir

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Dios te dice hoy:

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Siempre

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Donde estés...

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Margaret Taylor

Margaret Taylor, la esposa de Ken Taylor, el traductor de la La Biblia al Día, es la madre de 10 hijos, abuela de 28 nietos, y bisabuela de (hasta ahora) 22 bisnietos. Práctica, ingeniosa y dirigida por el Espíritu, Margaret es justamente la “anciana” adecuada para responder la pregunta que se encuentra en Tito 2:3 “?¿Qué pudiera decirles a las mujeres jóvenes, que las anime a ser esposas, madres y cristianas piadosas?” 

Sea una ayudadora. Cuando se le pregunta cómo ayuda a un esposo en su trabajo, ella responde: “Creo que fallé en esa área. Bueno, yo no dejaba que los niños lo molestaran cuando él estaba trabajando. Pero en cuanto a estímulo personal, yo era escasa en palabras como: “Sé lo que estás haciendo para ayudar a mucha gente”. Ella ofrece este recordatorio: “Todo el mundo necesita estímulo, incluso los hombres que parecieran ser autosuficientes, dinámicos y ambiciosos. Ellos necesitan palabras cariñosas. 

Consígase una mecedora. Hubo un momento en que los Taylor tuvieron cinco hijos en edad preescolar, de los cuales tres usaban pañales. Margaret recuerda la primavera cuando a todos cinco les dio sarampión: “!Eso puso a prueba mis habilidades como enfermera! No teníamos una mecedora para mecer siquiera a uno de los niños enfermos. Si yo volviera a nacer y no pudiera comprar una mecedora, suplicaría que me regalaran o me prestaran una. Los bebés y las mecedoras armonizan de manera natural con las canciones de cuna. Yo siempre tuve que crear mi propio movimiento de mecedora sentándome en el extremo de una silla. Pero no es lo mismo”. 

Coman juntos. Muchas familias hoy tienen dificultades para sentarse a comer juntos, aunque sea una vez a la semana. Margaret considera inquietante esta tendencia. “Nosotros cenábamos juntos todas las noches de la semana”, dice, “¡y también desayunábamos y almorzábamos juntos!”. Las comidas eran comidas de verdad; había un comienzo y un final para cada comida. Uno se sentaba y oraba antes de tomar los alimentos”. Lo que ella ve que está sucediendo hoy en día, es que la madre que tiene hijos en edad preescolar les prepara su comida, “pero no sienta a comer con ellos. Lo que hace es comer un sándwich de pie”. 

Margaret ve a las comidas como una experiencia que sirve de unión, y eso explica las frecuentes reuniones que tenían los Taylor. Toda la familia se reúne tradicionalmente cada diciembre. Hace un par de años, 54 personas tuvieron la cena de Navidad en su casa. Y ésa fue la tercera gran reunión que tuvieron en un lapso de nueve meses, en la que participaron miembros de la familia procedentes de Oregon, California, Idaho, Georgia, Delaware y Washington D. C., como también de los cercanos estados de Indiana e Illinois. 

Manténgase conectada con Dios. No es fácil para una madre encontrar tiempo para sí misma, pero con diez hijos la lucha es mayor. Margaret exclama: “!Ya estaba cansada de tanto oír hablar de Susana Wesley!” Pero en los días que le resultaba imposible tener un tiempo a solas con Dios, se las arreglaba para mantenerse conectada espiritualmente: “Teníamos nuestro culto familiar fielmente, todas las noches. Leíamos la Biblia, orábamos y cantábamos”. Ella recomienda no hacer excesivamente largo este culto, especialmente cuando los hijos se hacen mayores, sino mantenerlo interesante, agradable y constante. 

Asigne tareas de manera apropiada, no excesiva. Entre el trabajo en el patio de la casa y las faenas de la cocina, había muchas tareas para todos los niños de la familia Taylor. La chica mayor de la casa tenía la mayor responsabilidad por los trabajos de puertas adentro, y cada uno de ellos demostraba ser muy capaz en lo que se les asignaba. Margaret habla del viaje de dos semanas que hicieron ella y Ken. Dejaron todos los hijos (de edades comprendidas entre 3 y 14 años) bajo su cuidado. En el mundo de hoy, confiar esa responsabilidad a una hija de 17 años puede parecer muy valiente. 

Margaret contesta: “!O una temeridad! Pero el punto es que [los niños] no se sintieron abandonados. Pudieron ocuparse de sus responsabilidades mientras nosotros nos encontrábamos ausentes. Sólo hace poco me encontré con las cartas que los niños nos escribieron cuando nos hallábamos lejos: ‘No se preocupen. Estamos bien. Mary Lee y Allison tienen varicela’. Ellos se estaban ocupando tranquilamente del asunto”. 

Pero Margaret aprendió una lección importante al observar a una persona conocida, de lo que ella llama “una familia grande” (15 personas). Esa joven mujer tomó la decisión de no tener hijos propios porque ella ya había “tenido suficientes bebés”. Margaret lo explica: “Su madre le había dado, tal vez involuntariamente, más trabajo de la cuenta. Por tanto, decidí hacer lo contrario, pidiendo a mis hijas que me ayudaran a hacer la ensalada o alguna otra cosa (en vez de estarlas ocupando siempre en el cuidado de los más pequeños). Los bebés se vuelven más irritables una hora antes de la comida. Por eso, razoné que se trataba de mi bebé, no del bebé de mi hija”. 

Enseñe el manejo responsable del dinero. Margaret escribió que a manejar el dinero “es mucho más efectivo cuando el dinero se gana, en vez de recibirse como una asignación”. Sus hijos tuvieron trabajos como distribución de periódicos y corte de césped, pero fueron más conocidos por la venta de huevos. Utilizando una vieja carretilla de cuatro ruedas, repartían huevos frescos que Margaret compraba en una granja del lugar. Los beneficios eran muchos: se volvieron expertos en el manejo del dinero; aprendieron cómo manejar una “compañía”; y el beneficio del diez por ciento por docena les sirvió para pagar muchas estadías en campamentos de verano. 

“Gran parte de nuestra actitud en cuanto al dinero”, explica Margaret, “surge de la manera como fuimos criados y de cómo vimos a nuestros padres manejar el dinero. Pero hoy estamos [tan] influenciados por los medios de comunicación y por la publicidad, que todos quieren comenzar la vida de casados teniendo todas las cosas que sus padres han obtenido por más de veinticinco o treinta años. Eso no es lógico”. Aunque reconoce que el consejo no es popular, especialmente por la facilidad del crédito, ella recomienda: “No adquiera nada hasta que pueda pagarlo de contado”. 

¿A quién le hace falta la TV? Margaret da otra recomendación que ella cree que pocos seguirán: “Nosotros nunca hemos tenido televisión, y recomendaríamos no tenerla. Pero entendemos que esto va a caer en oídos sordos”, dice riendo. Sus hijos, evidentemente, no sintieron que la necesitaban; varios de ellos han optado por no tener un televisor en sus hogares. Margaret agrega: “Los programas realmente buenos son muy pocos y tienen tanta publicidad que ésta parece pesar más que lo bueno. No siento en absoluto que nos estamos privando de algo”. 

En su lugar, recomienda el pasatiempo favorito de su familia: la lectura. Aunque no dedica tanto tiempo en la lectura a sus niños como lo hacía su madre, hizo lo más que pudo, y comenta: “Nuestros niños lo recuerdan con placer”. 

¡Planifique! Por haber dejado de manejar hace poco, Margaret debe planificar con anticipación las diligencias en la calle. Los martes, una amiga la lleva a una tienda de reventa donde las dos mujeres sirven como voluntarias. Ella termina media hora antes que la conductora, y pasa esos treinta minutos en el supermercado que está junto a la tienda. Sin embargo, esa práctica no es nueva. Hace años, con cinco niños y sin carro, Margaret tenía que planificar muy bien sus compras del día sábado. “Tenía que tener cuidado de no comprar más de lo que pudiera llevar el trayecto de una milla en dos bolsas, por lo que no podía comprar azúcar, harina y manteca la misma semana. Y una nunca decía: ‘Ay, me falta tal cosa’, para correr a buscarla en la tienda”. También aprendió a utilizar alimentos que requerían menos frecuencia de reabastecimiento. “Yo le tengo más confianza a los alimentos enlatados que a los congelados. Y no consumimos muchas carnes”. 

¡Memorice las escrituras! Finalmente, Margaret aborda el tema que esperaba tratar: cómo ayudar a los niños a asimilar la Palabra de Dios. De hecho, La Biblia al Día surgió de la idea que tuvo su esposo de parafrasear los pasajes de la Biblia para que los niños pudieran entenderlos fácilmente. “Pero no enfatizamos la memorización de las Escrituras”, dice ella. “Esto fue casi increíble. Nuestro nieto y su esposa tienen cinco niños de 9, 8, 6, 4 y 1 años. Ellos memorizaron Isaías 53, y lo nos lo recitaron en los días navideños”. Ella señala que no esperaban que los dos más pequeños lo memorizaran, ¡pero el de cuatro años aprendió el pasaje de tanto oírlo repetir a la familia! Margaret comprende que los niños “no lo entienden necesariamente”, a estas alturas, pero ella dice que eso no importa con tal de que los versículos se les graben. Ella sabe que “después ellos los entenderán y estarán agradecidos”. 

Al pedirle que resumiera para las jóvenes mamás los beneficios de la memorización de las Escrituras, Margaret responde con uno de los versículos que ha memorizado, el salmo 119:11: En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. 

Imperfecta

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Mujer virtuosa

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Sueños

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A mi lado

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Respeta

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Buenos dias

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Belleza

¿Qué hace bella a una mujer?

Todos conocemos a mujeres que han sido favorecidas con una piel suave y sedosa, y con ojos brillantes e inteligentes. Nos referimos a ellas como personas “bellas”.

Los adornos externos, como la ropa elegante y un peinado impecable, ciertamente contribuyen a su buena presencia. ¿O es su espíritu, ese magnetismo interior que comunica tranquilidad a las personas, lo que hace atractiva a una mujer?

Ya sea innata o superficial, la belleza es una fuerza poderosa. “Hay sólo dos cosas capaces de traspasar el corazón humano”, escribió Simone Weil. “Una es la belleza; la otra es el dolor”. En nuestro sofisticado mundo de hoy, las dos están invariablemente conectadas. El rejuvenecimiento quirúrgico de la piel, la liposucción o la estilización del cuerpo. 

Los humanos son la única especie que se inflige a sí misma dolor físico por la belleza. Aunque la mayoría de nosotras insista en que la belleza viene de adentro, nos deshacemos fácilmente de nuestro dinero para comprar remedios contra la vejez, blanqueadores dentales, o suplementos herbáceos que nos garanticen una cintura más pequeña. 

¿Cuál es la razón que nos lleva a buscar la belleza tan insaciablemente?

Dios ha puesto eternidad en el corazón de cada ser humano (Eclesiastés 3:11), pero por vivir en un mundo sujeto a limitaciones, experimentamos una discrepancia entre lo que tenemos y lo que queremos. Buscamos incesantemente a tientas el Edén perdido. 

En nuestro sufrimiento, muchas veces buscamos las cosas buenas que Dios nos ha dado, pero de una manera tan perjudicial que nuestra búsqueda de ellas, lo que hace es afligirnos. Sin la Palabra de Dios, que comunica la verdad a nuestras vidas, nos volveríamos esclavos de nuestros deseos.

Lamentablemente, la cultura en que vivimos se ocupa más del concepto que tenemos de la belleza, que lo que estamos dispuestos a admitir. Baños con arena volcánica, tratamientos faciales a base de pepinos, propaganda melosa en cuanto a proteínas de ginseng que queman la grasa y aumentan la capacidad cerebral, sabemos que estos artificios no funcionan, pero los consumimos más deprisa que el tiempo que les toma a los maestros de la publicidad inventarlos. 

La seducción de la presión social para que nos conformemos a un patrón “universal” de belleza es tan poderosa, que puede parecer imposible resistirla. Vivimos en un mundo que cada vez más juzga a las personas por su apariencia exterior, pero tenemos que luchar contra eso. La pregunta es: ¿cómo?

Cristo vino a la tierra para redimirnos del sufrimiento de nuestro pecado, y solamente su amor es el antídoto contra el menoscabado concepto que tenemos de nuestro propio yo. Él nos ofrece una vía de regreso al Paraíso que perdimos. Pero el camino a la sanidad es a veces difícil y doloroso: para encontrar nuestra identidad en Cristo, tenemos que deshacernos de la identidad que tenemos ahora, para salvar nuestra vida, tenemos que perderla. 

La exhortación de Proverbios 6:25: “No codicies su hermosura en tu corazón, ni te prenda con sus ojos”, puede aplicarse también a los hombres. Cuando las mujeres se dejan cautivar por la búsqueda de la belleza, se vuelven también unas prisioneras. El deseo por la aceptación humana imita tanto a nuestro anhelo por Dios, que difícilmente podemos ver la diferencia. 

Recuerdo muy bien mi propia lucha en esta área. Después que me gradué de la universidad, fui a vivir con una comunidad de puritanos que me enseñaron cómo conducirme de acuerdo con la Palabra de Dios. Cuando conocí la mujer que estaba a cargo de mi dormitorio, me asombró saber que tenía hijos pequeños. 

Tenía un cabello canoso natural, peinado en forma de moño en la parte posterior de su cuello. Su pálido rostro no tenía maquillaje ni zarcillos. Por la forma tan humilde que vestía y por su aspecto, la consideraba una mujer mucho mayor de edad. Pero a medida que transcurría el tiempo, le fui tomando cariño. Su espíritu optimista era invencible, y su entusiasmo sin límites. A medida que se me desvanecía el frenético mundo del cual yo venía y mi percepción se hacía más aguda, comencé a detectar fervor en su sonrisa, confianza en su voz y misericordia en sus oraciones. 

Entonces comencé a pensar en ella como una de las mujeres más bellas que yo había conocido en toda mi vida, y poco a poco comencé también a verme a mí misma de esa manera.

Usaba cosméticos cada vez menos, prescindí de la mayoría de mis joyas, y pensaba poco en mi aspecto físico. Una noche, antes de cenar, me vi en el espejo. Mi rostro se había vuelto sencillo y corriente. Sin la atención puesta en un peinado vistoso, pude ver la expresión de mis ojos. Me quedé ahí durante unos momentos más, dejando que la realidad del inagotable amor de Dios invadiera mi alma. Por primera vez en mi vida, me gustó el rostro que vi en el espejo. Y por primera vez di gracias a Dios por eso. 

Cuando le permitimos al Señor que arranque de una buena vez nuestra carnalidad para que podamos ver las cosas con sus ojos, el mundo se ve totalmente diferente. El ver la belleza como Dios la ve, nos libera de las expectativas fantasiosas y de la insatisfacción que hemos heredado de nuestra cultura. Primera de Pedro 3:3-4 dice: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”.

Proverbios 31:30 nos dice que “engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada”. “¿Has escuchado alguna vez gritar a tu corazón: ‘¿Crees que soy bella?’, pregunta Angela Thomas en su libro Do You Think I’m Beautiful? [¿Crees que soy bella?] El Rey es cautivado por nuestra belleza (Salmo 45:11). El Dios que regó las estrellas en los cielos... el mismo que formó las montañas y los valles con la palma de Su mano... el Dios cuyo simple aliento da vida... ese Dios, el Rey, siempre se ha sentido atraído por ti”. 

Según el doctor Elliot Feit, pediatra de Georgia, cualquier mujer puede ser bella. Para que una mujer físicamente atractiva sea bella, su interior debe armonizar con su exterior”, dice. “El ingrediente fundamental es la piedad, que se expresa siendo generosa, buena oyente, bondadosa y solícita”. Feit menciona que siempre consideró bella a su madre, aunque no la consideraba físicamente “bella”. Ella tenía una actitud muy positiva, con una sonrisa perpetua en su rostro y el corazón de una sierva.

Él tiene razón. Cualquier mujer puede ser bella. Cuando le pidieron que hiciera un comentario en cuanto a este punto, la actriz Audrey Hepburn, apreciada por el mundo por su encanto, dio el siguiente consejo: “Para tener labios atractivos, que diga palabras generosas. Para tener ojos hermosos, que trate de ver el bien en las personas. Para tener una figura delgada, comparta su comida con el hambriento. Para tener un porte sereno, camine con el conocimiento de que nunca caminará sola”.

El comprender la gran verdad de que Dios está siempre con nosotras y que Él siempre nos ama, contribuirá más, a la transformación de una persona, que cualquier elixir que nuestro mundo pueda ofrecer. Primera de Juan 4:9, 10 nos enseña que “en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. 

Gracias a Su gran amor, Dios nos cubre de rectitud y nos adorna como a una novia. El profeta Isaías entendió de qué manera el amor de Dios puede elevar a un alma terrenal: “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10). 

Hace poco le pregunté a una amiga en mi oficina qué es la belleza. Me dijo: “Mi madre solía decir siempre que el amor puede hacernos bellas”. De inmediato, pensé en la historia contada por un pastor un domingo por la mañana. Se trataba de una joven india mal parecida. En su cultura era costumbre que el novio diera una dote a la familia de la novia el día de la boda. Cinco vacas era una dote generosa; sin embargo, su familia esperaba mucho menos. Pero el día de las nupcias, su novio se presentó con diez vacas. Meses después, ella fue vista en el mercado muy segura de sí misma y con un rostro hermoso. Su joven prometido había entendido bien lo que una dote podía comprar. 

Este mismo principio está en acción en nuestra vida. Yo lo experimento cada día. El amor que recibo de mi esposo y mis hijos ha transformado mi vida. Llamadas telefónicas de aliento, deditos pegajosos en mi cabello, besos en mis mejillas, abrazos inesperados, todas estas son las cosas que determinan mi semblante. Y doy gracias a Dios por ellas. Cada vez que volvemos nuestro rostro al cielo y recibimos la inagotable bendición de amor de parte de Dios, Su amor brilla en nuestras vidas. Si eso no es belleza, ¿entonces, qué es? 

Estrés o fe

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jueves, 24 de agosto de 2017

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Exitos

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Debilidades


La Palabra de Dios nos enseña que fue necesaria una adversidad llamada Goliat en la vida de David para sacar nuevas fuerzas de él.


Como hijos de Dios, debemos aprender a ver las adversidades de una forma diferente y a escuchar la voz del Espíritu Santo de Dios no permitir que un mal pensamiento haga nido sobre nuestra cabeza y sea parte de nuestra personalidad.

¿Que problema se ha levantado en tu vida? Tal vez estés afligido, agotado, cansado y sientes que las adversidades te están derrotando pero en está hora, Dios te dará nuevas fuerzas. Levanta tus manos y deja que el Espíritu Santo te ministre, no importa cuanto te hayas equivocado, Dios esta dispuesto a hacer algo nuevo y sobrenatural contigo.

Yo declaro en el Nombre de Jesús que Dios cambiará tu historia y las circunstancias adversas de tu vida, desato en el cielo la bendición que Dios tiene para ti, profetizo que el Señor cambiará tu situación financiera está noche. 

¡Espera lo sobrenatural de Dios a través de las obras de poder que Dios hará en tus debilidades!

Fracasado

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Salmo de hoy

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Mesa delante de mí

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Siervo

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Dios hará

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No temáis

Dios es por nosotros; está de nuestro lado. El diablo tiene una posición: está en contra de nosotros. Pero Dios está por encima de nosotros, por debajo de nosotros, a través de nosotros, por nosotros y alrededor de nosotros. ¿De quién, entonces, tendremos miedo?

Así que, como el monte de Sion, no temblaremos, porque Dios está alrededor de nosotros. Y si eso no fuera suficiente, guardé lo mejor para el final: Él está en nosotros, y dijo que nunca nos dejará ni nos abandonará.

La salvación es la más maravillosa bendición que recibimos de Dios, y nos ha sido dado el Ayudador, el Espíritu Santo mismo, que nos da poder para vivir como Jesús. Dios tiene bendiciones y poder espiritual en abundancia para nosotros. Él es poderoso y puede hacer lo que nosotros jamás podemos hacer solos.

Dios desea que permitamos al Espíritu Santo fluir a través de nosotros en poder, para mostrarles a las personas su amor y para ayudarlas con sus dones. Todo está centrado en Él.

Dios elige las cosas débiles y lo necio de este mundo, a propósito, para que la gente las vea y diga:
“¡Nadie más que Dios pudo hacerlo!” Palabra de Dios para ti Porque no tenemos lucha contra sangre y carne [solo contra oponentes físicos], sino contra principados, contra potestades, contra los [espíritus principales que son] gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes [sobrenaturales]. Efesios 6:12

La guerra interior
Al hacer guerra espiritual en el poder de Dios, debemos recordar que luchamos contra Satanás y sus demonios, no contra otras personas... ni contra nosotros mismos.

Probablemente, la mayor guerra que libramos es la que se desata en nuestro interior, contra nosotros mismos, cuando luchamos por pasar del punto en que estamos espiritualmente a aquel en que vemos que debemos estar. 

Quizá luchemos porque sentimos que deberíamos haber logrado más cosas en la vida; quizá sintamos que somos un fracaso en lo económico o en otras áreas. Pero el hecho es que no podemos cambiar nada irritándonos y luchando en nuestro interior. 

Solo Dios puede librar nuestras batallas y ganarlas. Estas batallas internas son verdaderas batallas, y deben ser manejadas como las demás batallas.

Es difícil llegar al punto en que podamos ser sinceros con nosotros mismos en cuanto a nuestro pecado y nuestros fracasos, nuestras incapacidades y fallas, y al mismo tiempo sepamos
que estamos bien con Dios porque Jesús nos abrió el camino al morir por nosotros y resucitar de entre los muertos.

Si luchas en tu interior, saber que estás en buena relación con Dios es una clave fundamental para que puedas tener acceso al poder espiritual.
Podemos ser cambiados al adorar a Dios y contemplarlo; no al mirarnos a nosotros y contemplar nuestras muchas fallas, sino al contemplar a Dios.

Palabra de Dios para ti
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18

Solo en Jesús
Yo era una persona muy independiente, y Dios comenzó a darme Juan 15:5 en los comienzos de mi andar con Él. Una de las leyes espirituales para recibir poder espiritual de Dios es depender enteramente de Él. Sin fe, no podemos agradar a
Dios. 

La fe implica apoyar toda nuestra personalidad humana, en total confianza, en el poder, la sabiduría y la bondad de Dios. Debemos apoyarnos en Él, confiar solo en Él y depender enteramente de Él, quitarnos todo el peso de encima de nuestros
hombros y ponerlo en los suyos. Sin la ayuda de Dios no podemos cambiar nada en nuestra vida. No podemos cambiarnos a nosotros mismos, ni a nuestro cónyuge, ni a nuestra familia, ni a nuestros amigos ni nuestras circunstancias. 

Realmente, ¡separados de Él no podemos hacer nada!
Cuando no permitimos que Dios sea Dios, podemos decir adiós a la paz y al gozo. Tratamos de descubrir cómo funcionan las cosas, cuando no tenemos siquiera que tocarlas con el pensamiento.

Nada es demasiado difícil ni demasiado extraordinario
para Dios, pero muchas cosas son demasiado difíciles o demasiado extraordinarias para nosotros. Debemos crecer hasta llegar a descansar en el hecho de que conocemos al que sabe... y estamos libres para confiar en Él.

Es tan liberador decir: “Señor, no sé qué hacer, y aunque lo supiera, no podría hacerlo. Pero mis ojos están en ti.Voy a esperar y observar cómo tú haces todo”.

Palabra de Dios para ti
Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos.Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 2 Crónicas 20:13-15

Amor

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